lunes, 28 de abril de 2008

Celiaca y encima gordita

Hay una verdad incuestionable, tengo tendencia a engordar. Así que después de todos los desarreglos alimenticios que padecí por culpa de la colitis y la celiaquía, una vez que me puse con la DSG, empecé a engordar lenta pero inexorablemente. No voy a decir cuanto he llegado a pesar, pero para no acabar hecha una foca no me ha quedado más remedio que ponerme a dieta (en mi caso a doble dieta la SG y la de adelgazamiento). Para conseguir mis propósitos me puse con una nutricionista, porque tenía experiencias previas anteriores, y por mi cuenta no me había ido demasiado bien.

Lo cierto es que estoy bastante contenta. En 5 meses (la inicié el 30 de noviembre) he perdido 7 kilos (practicamente todo grasa).Todavía me queda por perder unos pocos kilos más. A la nutricionista voy cada 15 días. Me pesa, me hace una impedancia (mide la composición corporal) y me pone un menú nuevo. Os pongo el último menú que me ha mandado (en realidaed son todos muy parecidos) por si interesa. Me gusta este tipo de dieta porque no hay que pesar los alimentos (lo cual es un latazo) y deja bastante libertad a la hora de confeccionar los platos (en comparación con otras dietas que he hecho, no tengo limitada la cantidad de aceite diaria). Lo más limitado son los hidratos de carbono, pero yo lo llevo bastante bien.


Desayuno: 1 vaso de leche de soja con 3 cucharadas de cereales o 2/3 galletas sin gluten, o tortas de arroz.

Almuerzo: 1 tostada con aceite y jamón Cork, serrano o pavo y una fruta.

Merienda: 1 fruta o un yogur de soja o un vaso de leche de soja o un zumo o una infusión con 2/3 galletas.


COMIDA

CENA

LUNES

ASADO DE VERDURAS O ESCALIBADA Y LOSMOS FRESCOS PLANCHA. INFUSION.

ENDIBIAS O COGOLLOS CON BOCAS DE MAR, PEPINILLOS Y ATUN. 1 FRUTA.

MARTES

LENTEJAS CON ACELGAS (PLATO PEQUEÑO) Y ENSALDA. INFUSION.

GAZPACHO Y QUESO FRESCO O TOFU PLANCHA- 1 FRUTA.

MIERCOLES

JUDIAS VERDES SALTEADAS CON JAMON Y TORTILLA FRANCESA. INFUSION.

ENSALADA COMPLETA CON TACOS DE PAVO Y QUESO LIGTH. 1 FRUTA.

JUEVES

PESCADO PLANCHA Y CREMA DE CALABACIN. INFUSION.

RODAJAS DE TOMATE CON QUESO FRESCO Y CABALLA (O ATUN). 1 FRUTA.

VIERNES

GAZPACHO Y PECHUGAS DE POLLO PLANCHA. INFUSION.

ENSALADA MURCIANA (TOMATE, CEBOLLA, HUEVO DURO Y ATUN). 1 FRUTA.

SABADO

PESCADO AL HORNO Y ENSALADA CON ATUN. INFUSION.

CHAMPIÑONES O ESPARRAGOS PLANCHA Y LACON CON ACEITE Y PIMIENTA. 1 FRUTA.

DOMINGO

1 PLATO PEQUEÑO DE PAELLA O PASTA Y ENSALADA. INFUSION.

MACEDONIA DE FRUTAS Y YOGUR DESNATADO.

sábado, 26 de abril de 2008

Noticia de la SEIMC

Ayer los amigos de "Caminar sin gluten" nos informaban a cerca de la privatización de la sanidad en la Comunidad de Madrid. Para seguir abundando en el tema, yo recibí el siguiente correo de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC)



A: Miembros de la Sociedad

Estimado/a compañero/a,
La Junta Directiva de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y la Junta Gestora de la Sociedad Madrileña de Microbiología Clínica (SMMC) han tenido conocimiento de la nueva estructura de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, anunciada en los Decretos 22/2008, 23/2008 y 24/2008 de 3 de abril, publicados en el BOCM del 9 de abril de 2008, por los cuales se elimina la Dirección General de Salud Pública y Alimentación y extingue el Instituto de Salud Pública, organismo que reunía todas las competencias de salud pública integradas y centralizadas.

Ante esta nueva disposición, las Juntas Directivas de ambas sociedades, preocupadas por las repercusiones que esta medida puede tener sobre la Salud Pública, y sobre el adecuado desarrollo profesional de microbiólogos e infectólogos, así como por el ejemplo negativo que pudiera tener para otros ámbitos geográficos, desea manifestar a sus socios lo siguiente:
- La extinguida Dirección General articulaba, hasta este momento, las líneas estratégicas de la política sanitaria destinada a proteger y promover la salud del conjunto de la población en la Comunidad de Madrid (CM). Sus actuaciones abarcaban, entre otras, actividades tan importantes como garantizar la seguridad alimentaria y de las aguas de bebida, el control sanitario de los mataderos o la realización de campañas para informar y sensibilizar a la población acerca de los riesgos de la salud; también tenía competencias sobre otros aspectos estrechamente relacionados con el ámbito de actividad de la Microbiología y las Enfermedades Infecciosas, como son los programas de inmunización, y la prevención, vigilancia y control epidemiológico de las enfermedades infecciosas. En este contexto, se estableció una estrecha relación entre la Dirección General y las Áreas de Atención Primaria y Especializada, incluyendo los Servicios de Urgencia y los Servicios de Microbiología, coordinación que ha permitido resolver numerosas situaciones de alarma y crisis relacionadas con ondas epidémicas y brotes (tuberculosis, meningitis, legionelosis, sarampión, rubéola, etc.).

- Todas las Comunidades Autónomas de nuestro país, a excepción de Extremadura, disponen de una Dirección General de Salud Pública y algunas de las que decidieron suprimirla han reconsiderado su postura, volviéndolas a crear.

- Los Estados Europeos más avanzados socialmente potencian este tipo de organismos y la nueva estrategia de salud de la Comisión Europea, concede prioridad a las intervenciones que habitualmente se desarrollan en las Direcciones Generales de Salud Pública. Organismos internacionales de prestigio, como la Organización Mundial de la Salud recomiendan igualmente potenciar la salud pública.

- Toda organización es susceptible de cambios y reestructuraciones encaminados a conseguir la mejora de la calidad y, en nuestra opinión, es la línea de trabajo a seguir y potenciar, pero la desaparición de esta estructura dentro de la Consejería de Sanidad de la CM, disolviendo los equipos de trabajo multidisciplinares con experiencia en Salud Pública y sin disponer de un modelo organizativo y funcional alternativo de eficacia probada, puede suponer un importante retroceso en el conocimiento y control integral de las enfermedades infecciosas en la CM y pone en peligro la resolución de posibles situaciones futuras como una pandemia de gripe o la aparición de nuevas enfermedades ocasionadas por agentes infecciosos o tóxicos, a la vez que marca una ostensible diferencia con las políticas europeas en materia de salud.

Por las razones anteriormente expuestas, ambas sociedades pedimos a la Administración Sanitaria de la CM que reconsidere su posición al efecto, y en caso de que fuera procedente, ofrecemos nuestra colaboración a otras Sociedades científicas relacionadas con la Salud Pública, de ámbito autonómico o nacional y que puedan estar interesadas en contribuir a la modificación de esta disposición que, desde nuestro punto de vista, es perjudicial para la atención sanitaria de la población.

jueves, 24 de abril de 2008

Y además tiene buena pinta

¿Qué creiáis? que en este blog no se iba a hablar también de cocina. Pues va ser que sí. Hoy en las noticias de la tele han sacado una reunión de cocineros (lástima que lo he visto empezado y no sé donde era) y como novedad estaban preparando recetas con cocacola.

La verdad, me ha resultado muy chocante y me he puesto a buscar en Internet. Me he encontrado con recetas con una pinta buenísima. Así que aquí van unos ejemplos como costillitas a la cocacola, solomillo a la cocacola y ya, para terminar unos muslitos de pollo a la cocacola.
Yo no sé como se os queda el cuerpo con esto.
¿Alguien se anima a probarlo?

martes, 22 de abril de 2008

Justicia poética

Esta semana he tenido un fuerte revulsivo. Resulta que mi jefe se presentó acompañado de un colega (médico de pueblo) que hace unos cuantos años estuvo como director en mi hospital. Venían a preguntar por unos análisis de su mujer que se encontraba ingresada aquejada de una dolencia bastante grave. Como consecuencia de esa dolencia está presentando múltiples e importantes complicaciones infecciosas que estamos diagnosticando puntualmente en el laboratorio de microbiología, entre ellas una sepsis, una infección de orina y una neumonía por legionella. La mujer sigue muy grave y tenemos al exdirector de "cuerpo presente" cada mañana mendigando resultados microbiológicos con el fin de que los médicos de planta puedan tratar con más eficacia a su mujer.
Pues bien, el susosdicho colega cuando fue director se dedicó a hacernos la vida imposible a mi y a mi compañera de entonces, incurriendo incluso en flagrantes ilegalidades y teniendo que recurrir y ganar, ambas, nuestros respectivos casos en los tribunales.
No seré yo quien se alegre, por supuesto que no, de la desgracia ajena. Pero no deja de resultar chocante que quien antaño me menospreció y me intentó humillar aunque no lo consiguiera esté hoy como un perrito faldero suplicándome un resultado favorable de los análisis de su mujer.
Y es que el pueblo es muy sabio y para cada situación tiene un dicho que le casa como anillo al dedo. En este caso el de "arrieros somos y en el camino nos veremos", dicho por otra parte sin ningún afán revanchista.

lunes, 21 de abril de 2008

Mi historia

El título de esta entrada no es muy origina, pero de alguna forma me tengo que presentar, así que allá voy:


Tengo 49 años. Estoy casada y tengo tres hijos varones de 23, 21 y 13 años respectivamente. Además soy médico especialista en microbiología clínica.
Pero comencemos por el principio. Soy la segunda hija de seis hermanos. Nací fuerte y robusta y, al decir de mi madre, siempre me crié bien, aunque al parecer era muy llorona (¿quizás ya me dolía la tripa?). Gozaba de buen apetito y no era especialmente melindrosa con la comida.Prácticamente me gustaba (y me sigue gustando) casi todo.
Sin embargo, independientemente de mi aspecto saludable no recuerdo un solo día de mi vida en el que no me encontrara agotada, hasta el punto de pensar que lo mío era una especie de vagancia natural.
Recuerdo haber pasado pocas enfermedades, ya que básicamente me crié bastante sana, pero sí tenía “empachos” con cierta frecuencia y recuerdo que en esas ocasiones me daban agua de Vichy, que por aquel entonces se la consideraba con algo así como con una especie de poder medicinal. También tenía frecuentes calenturas en los labios y llagas en la boca para las que entonces se utilizaban unas pastillas de hidrato de cloral que vendían en las farmacias.
Los estudios siempre se me dieron bien,y me saqué el bachillerato y la carrera de medicina sin demasiados problemas.
También me casé y tuve a mis dos hijos mayores bastante joven (ambos durante el periodo de mi formación como médico residente). Fue con los análisis que me realicé en mi primer embarazo, cuando descubrí, por primera vez, que tenía anemia ferropénica, cosa por otra parte bastante habitual durante el embarazo. Pero, es que, en mi caso, se puede decir que la anemia ha sido una fiel acompañante durante la mayor parte de mi existencia (exactamente hasta los 40 años, en que por un problema ginecológico tuve que someterme a una histerectomía).
También, a partir de los 16 años en los que tuve una neumonía, padecía unos “resfriados” muy extraños. Cada dos por tres estaba con ronquera, picores de garganta y oídos, estornudos en salvas…. Hasta que un verano cuando, contaba 32 0 33 años tuve una crisis asmática en toda regla, con sensación de ahogo y pitos que se oían sin necesidad alguna de estetoscopio. El alergólogo me diagnóstico asma extrínseco leve por alergia a las gramíneas, además de una rinitis alérgica crónica por el mismo motivo.
Tanto la anemia como la alergia estuvieron martirizándome durante bastantes años. Al final, tras pasar 6 años vacunándome contra la alergia obtuve una mejoría sustancial, aunque no una curación completa.
Tampoco eran nada desdeñables las frecuentes migrañas que padecía (por lo general alrededor de una al mes), que en algunas ocasiones me dejaban KO durante dos o tres días, sin importar la clase y la cantidad de analgésicos que me tomara. Ahora, de tanto en tanto sigo teniendo alguna, pero sin punto de comparación en cuanto a la frecuencia y la intensidad del dolor.
También toda mi vida de adulta estuvo salpicada de molestos episodios recurrentes de candidiasis vaginal, que desaparecieron como por arte de magia desde que in inicié la DSG, hace más o menos un año.
A los 35 años, tuve a mi tercer hijo. Si bien no fue un embarazo planificado, he de reconocer que el hecho de tener mi vida económica resuelta, con la consiguiente carencia de estrés por ese motivo, hizo que disfrutara de sus primeros meses vida como no lo había podido hacer con los dos anteriores cuya crianza, fue en ese sentido mucho más agobiante, y pasé por uno de los periodos más equilibrados de mi vida.
Pero la alegría no me duró mucho, unos extraños problemas oculares con cuyo origen no daban los múltiples oftalmólogos que me visitaron hicieron que terminara con una queratitis bilateral, un proceso bastante serio, doloroso y sobretodo, del todo incompatible con el desempeño de mi profesión. Al fin, tuve la fortuna de que me visitara otro oftalmólogo (del que conservo un grato recuerdo) que acertó de pleno con mi problema. Se trataba de un ojo seco, o en términos médicos, xeroftalmia (mis lágrimas no tenían calidad suficiente para protegerme de la sequedad del ambiente, lo que me provocaba la alteración y el desecamiento de las córneas). Me recetó lágrimas artificiales y choques de vitamina A periódicos. Mejoré espectacularmente, pero en ese momento no llegué a conocer cual había sido la causa del problema, simplemente hice un tratamiento sintomático.
Como ya dije anteriormente, a los 40, por un problema ginecológico, tuve que someterme a la extirpación del útero. Pase bastante miedo porque a ningún médico le gusta tener que pasar por el quirófano. Pero sin entrar en muchos detalles, diré que la operación fue todo un éxito y nunca más volví a tener problemas de anemia. La única complicación del postoperatorio fue una diarrea bastante salvaje, que me duró como mes y medio y que todos, incluida yo misma, atribuimos al antibiótico que me habían administrado como profilaxis operatoria. Ahora pienso que aquello ya fue un primer aviso de todo lo que me iba a ocurrir más adelante.
Me repuse bastante bien de la operación y regresé a mi vida laboral y se puede decir que pasé otros dos o tres años de relativa tranquilidad. Pero en julio de 2002, después de una época laboral bastante penosa y estresada comencé otra vez con diarreas de carácter imperioso y que a veces se acompañaban de incontinencia.
Mi padre había fallecido hacía tan solo unos pocos años de cáncer rectal, así que os podéis imaginar el susto que yo tenía en el cuerpo. Me tuve que coger la baja, me hicieron una colonoscopia y me diagnosticaron (por biopsia) una colitis colágena. Yo le pregunté al especialista qué era aquello porque yo no había oído hablar de esa enfermedad en mi vida. Me dijo que se trata de una enfermedad inflamatoria intestinal y me puso un tratamiento, que si bien me mejoró algo nunca me llegó a poner bien del todo. Yo le insistí en si debía llevar algún tipo de dieta especial, a lo cual me respondió que no, que podía comer de todo.
No tengo que decir, que conforme llegué a casa con mi diagnóstico me puse como una loca a buscar en Internet el tema de mi dolencia, pero a penas encontré 3 o 4 trabajos que no decían gran cosa.
Estuve en tratamiento con este doctor unos 18 meses pero yo nunca llegué a estar bien, seguía con mi diarrea, mis dolores de tripa y mi cansancio generalizado. A pesar de eso, me dio el alta en su momento y dijo que si no empeoraba no necesitaba volver a su consulta. Así que como no podía ser de otra manera, me reincorporé de nuevo al trabajo.
Pero yo distaba mucho de encontrarme bien, así que apenas duré 2 o 3 meses en el trabajo. Tuve que causar baja de nuevo y busqué otro especialista de digestivo, concretamente la doctora que me hizo la colonoscopia y el diagnóstico de la colitis. Pensé que ella tendría más idea del tema. ¡Que equivocada estaba!
Bueno, a esas alturas yo ya estaba absolutamente desquiciada, tenía una depresión debida a mi enfermedad y acudí a salud mental. Tuve la desgracia de dar con un psiquiatra que era un auténtico patán, que en lugar de darse cuenta que la causa de mi problema era mi enfermedad orgánica y su falta de mejoría me atiborró a antidepresivos y ansiolíticos que, además de no mejorarme en absoluto lo único que consiguieron fue nublar mi juicio y tenerme atontada y carente de voluntad durante bastante tiempo.
La nueva especialista me cambió el tratamiento pero si con el primero mejoré poco, con el segundo se puede decir que prácticamente nada… Yo volvía cada vez, explicándole mi nula mejoría y ella erre que erre, volviéndome a mandar lo mismo una y otra vez. Al final me cansé de que no me hiciera p*** caso y dejé de acudir a su consulta.
Mientras tanto, mi estado tanto físico como mental era cada vez más deplorable. Me pasaba la mayor parte del tiempo tirada en la cama, sin fuerzas para hacer nada y dejando correr el tiempo. Preguntándome que sería de mí y de mi familia si no podía volver a trabajar…, dándole vueltas a mis problemas y angustiándome porque por más que me esforzaba no encontraba ninguna salida.
Mi marido, que el pobre también sufría lo suyo al verme así, tomó cartas en el asunto, y por recomendación de su hermano comencé a acudir a un médico homeópata en Valencia que tenía bastante buena fama (aunque he de decir que era pesetero hasta decir basta). Ciertamente, en un principio me remontó bastante, pero tenía que ir dos veces por semana. Estuve acudiendo a su consulta año y pico. Pero dado que yo vivo en Alicante (con el inconveniente y el gasto de los viajes) y lo que me cobraba por consulta me resultaba una ruina. Cuando me encontré lo suficientemente bien le pedí el alta, pero como no me quería soltar ni con agua caliente no me quedó más remedio que despedirme a la francesa. Por esa época encontré una nueva compañera de viaje, la fibromialgia. Por si eran pocos los achaques, ya tenía uno más.
Como me encontraba algo mejor, en verano de 2004 hice un nuevo intento de volver al trabajo. Aprovechando que trabajo en un hospital, pedí cita con otro especialista de digestivo para ver si esta vez tenía más suerte con el tema de mi colitis. Me aseguró muy ufano que él, a diferencia de los demás, sí que me iba quitar la diarrea, me mandó un montón de medicamentos, que nuevo, no me sirvieron para nada y fue el primero que me dijo (mérito que le tengo que reconocer que el tipo de colitis que yo tenía se podía asociar a la celiaquía). Me pidió unos anticuerpos, que por desgracia me salieron negativos y sin más estudios, me descartó la celiaquía.
Yo volví a empeorar y tuve que cogerme de nuevo la baja. Desengañada de todos los especialistas de digestivo y porque tampoco tenía demasiadas fuerzas y andaba algo escasa voluntad, tampoco volví a la siguiente cita de su consulta. Sinceramente, creo que tampoco me perdí gran cosa.
Pero en enero de 2005 empezó lo peor. Poco después de las fiestas navideñas comencé con unas diarreas explosivas en cantidad de 20 a 25 veces al día que me duraron aproximadamente hasta el mes de abril. Tenía días malos y peores. Yo no tenía fuerzas para nada. Me tiraba días enteros sin levantarme de la cama, desatendiendo a mi familia, sin comer prácticamente nada durante días y días (en realidad, ahora que lo pienso, es un milagro que siga viva, y es más, en más de una ocasión llegué a pensar que era preferible morirme a seguir viviendo en esas condiciones) Me sentía atada al WC de noche y de día. La verdad, estaba tan desengañada de mis colegas médicos que ni se me ocurrió ir a que me visitara nadie. Lo cual, creo que fue una burrada por mi parte y ahora no se lo recomendaría a nadie. Pero así fue como sucedió.
Mi médico de cabecera me vio tan desesperada que me recomendó un médico amigo suyo, también homeópata, que consiguió remontarme bastante con sus tratamientos, y del que si voy a decir su nombre porque es un gran médico. Se llama Samuel Pastor.
Como ya me sentía con más fuerzas y algo más de interés por la vida y por mi misma, volví a buscar en Internet el tema de colitis colágena. Cual fue mi sorpresa, que en ese lapso de tiempo, que el número de trabajos había crecido considerablemente y había muchos en los que salía directamente relacionada con la enfermedad celiaca. Así que me puse a revisar todo lo que encontré sobre celiaquía.
Por fin, todo parecía cobrar un sentido. Mis síntomas cuadraban a la perfección: la anemia ferropénica, la diarrea, el dolor abdominal, el agotamiento crónico, las aftas bucales, las rágades, las frecuentes migrañas, las alteraciones psicológicas…. Solo me fallaba una cosa, no me salían los anticuerpos. Entonces todavía no sabía que hasta en el 50% de los casos en adultos pueden ser negativos.
Entonces di con la página de Enterolab (ya sé que su método es muy controvertidoy no se trata de entrar en polémicas sobreello), pero dada la mala experiencia que había tenido con los especialistas de digestivo decidí probar, porque a esas alturas yo ya estaba convencida de que mi problema era el gluten. Mandé las muestras y me pasé casi un mes esperando con ansia los resultados: Al final fueron bastante decepcionantes porque los anticuerpos fecales me seguían saliendo negativos, sin embargo sí tenía la predisposición genética. Lo estuve pensando un tiempo y a pesar de los resultados tan poco concluyentes me puse a DSG. La mejoría fue algo lenta pero espectacular. Mi energía aumentó a raudales, me sentí otra vez con ganas de vivir, de trabajar y por fin se me quitó la mala conciencia porque comprendí que nunca había sido vaga, simplemente me había pasado toda la vida enferma.
Yo ya había tirado la toalla y me daba por celiaca sin necesidad de más estudios, pero mira por donde apareció el Dr. Rodrigo (mi héroe) y decidí probar suerte por última vez. Por fin hice bingo, obtuve mi diagnóstico por escrito y con la biopsia positiva (a pesar del año previo de DSG que ya llevaba). No puedo sentirme más satisfecha por el resultado. El viaje a Oviedo bien mereció la pena.


Pues hasta aquí mi historia. Actualmente me encuentro bastante bien de todas mis dolencias. Trabajo y llevo una vida activa, aunque procuro no estresarme en exceso.

A tod@s l@s que hayan tenido paciencia para leerme

domingo, 20 de abril de 2008

El MAP y la enfermedad de Crohn

Casi desde que se describió por primera vez se intenta relacionar esta enfermedad inflamatoria intestinal con el MAP (Mycobacterium avium subespecie paratuberculosis) agente causal comprobado de una enfermedad similar en el ganado, principalmente en el vacuno, denominada enfermedad de Johne o paratuberculosis. Sin embargo, hasta ahora los métodos para buscar el MAP en pacientes humanos con Crohn no eran muy efectivos. Ya que era practicamente imposible establecer la naturaleza infecciosa de esta enfermedad, los pacientes unicamente recibían tratamientos sintomáticos o paliativos y no curativos como sería de desear. Sin embargo, gracias a los recientes estudios del Profesor Dr John Herman-Taylor, del St. George's Hospital de Londres, esto va a cambiar muy pronto. Ha desarrollado un método de amplificación del ADN por PCR (Reacción en cadena de la polimerasa) para poder detectar el MAP (cuyo crecimiento en cultivo es muy lento y pobre) a partir de las biopsias intestinales de los enfermos de Crohn. Según sus estudios hasta el 95% de los enfermos de Crohn tienen MAP en su intestino y serían susceptibles por tanto de un tratamiento con antibióticos para la erradicación del mismo con Myoconda un fármaco recientemente patentado que contiene una combinación de antibióticos efectiva contra este microorganismo. Prueba de este gran avance es la entrevista en vídeo que concedió en exclusiva para
http://groups.msn.com/AEIIAmigosconEII/_whatsnew.msn

y que está disponible para los interesados

http://www.aeii.org/ultimas1.htm









Tocada por la celiaquía

Por fin me decido a crear mi propio blog y resulta que no sé que título ponerle, vaya gracia. Al principio se me ocurrió las cosas de Lina (firma que he decidido conservar por el momento). Pero además de que casualmente me encontré otro blog con el mismo nombre, me di cuenta de que era poco descriptivo. Después de consultarlo con la almohada he pensado en lo de "Tocada por la celiaquía". Tocada (que no hundida). Es la ambivalencia de la expresión "tocada" , es decir que me siento afectada por ella, pero de alguna manera también "elegida" (Tocar= según el diccionario de la RAE: 12. tr. Estimular, persuadir, inspirar. Le tocó Dios en el corazón. Tocada el alma de un alto pensamiento) la que me ha hecho escogerla precisamente.
Mi pretensión es que este blog sea tan polifacético como lo soy yo. Está claro que mi doble vertiente de médico y de paciente va a hacer que aquí se hable de la celiaca, pero yo también tengo muchas más inquietudes: mi familia, mi trabajo y mi especialidad (la microbiología clínica), mis aficiones entre las que destaca mi gusto por la escritura, y así un largo etc.


Hoy, para comenzar voy a poner un un pequeño poema que es uno de mis favoritos:



Añoro tu cuerpo anhelando el mío.
me pesa esta soledad de vivir
a tu lado pero sin ti.
quiero rebelarme, gritarte fuerte;
pero mi voz no suena,
se pierde en el vacío
y temo que nunca
podrá llegar a tus oídos.
Si yo no fuera muda y tu sordo
talvez, te diría lo mucho que aún te amo,
y tú, todavía serías capaz de responderme
“Yo también te quiero, vida mía”.
Esta noche solo quiero dejarme querer
enredarme en tus brazos y perderme,
fundirme en el calor de tu cuerpo
y dejar el tiempo caer en el olvido.
¡Pero hay tanto helor esta noche en tu abrazo!
Porque me hielo por dentro busco tu calor,
Pero sólo encuentro más frío entre tus brazos.