Parafraseando la canción del gran cantautor Víctor Manuel, ¡Por favor, que paren España que yo me bajo! Es que ya no se puede aguantar más. Llevo haciendo huelga de noticias aproximadamente 2 años largos. La razón oficial ha sido que he estado recluida estudiando, pero no es menos cierto que también dejé de ver los telediarios porque cada vez que oía o veía algún noticiario se me encogía el corazón y me dolía el estómago y peligraba con ello mi estabilidad mental. Aun así, tengo que decir que han ocurrido pocas cosas importantes de las que no haya acabado enterándome, por lo que muy a mi pesar durante todo este tiempo también yo he seguido la actualidad. A todos los desmanes que la clase política nos está haciendo con la excusa de la crisis económica, de la que, además, ellos son los principales responsables (aumento incesante del paro, que ya supera el 26% de la población según datos de la última EPA, los desahucios que no cesan, los recortes salariales tan injustos que estamos sufriendo los empleados públicos y un largo etc), no dejan de aparecer nuevos casos de corrupción política, como ahora el de la columnista fantasma, que la verdad, para ser una fantasma, hay que ver lo bien pagada que está, sin olvidar los ya conocidos como el caso Gürtel, con nuevos hallazgos sobre Bárcenas, el escándalo Nóos apunto de explotarle en la cara al propio Rey, y ya, en otra índole de asuntos, no económicos, pero no por ello menos penosos, se confirma la muerte Sor María, hasta ahora la principal imputada por el caso de las supuestas adopciones ilegales con robo de bebés incluido. Esta mujer se ha muerto sin dar una explicación a las familias afectadas por el caso llevándose a la tumba todos sus secretos, con la cosiguiente decepcción.
Como podéis ver, esto es un no parar de malas y peores noticias, así que por favor ¡que paren España, que yo me bajo en la próxima!