La luna en agosto

Hasta aquí  llegué con Tocada por la celiaquía que me ha aportado mucho, muchísimo. Gracias a este espacio he hecho amigos. Me ha servido de compañía y acicate para superar la peor época de mi vida, en la que la celiaquía se abatió sobre mí hasta casi destruirme. Pero superé esa etapa. Gracias a la dieta "sin" recuperé las ganas de vivir y me pude centrar en otras facetas de mi vida como mi profesión de médica y mi afición por la literatura. Hoy escribo mi última entrada, pero no me voy: hace ya un tiempo abrí otro nuevo blog  La luna en agosto más enfocado a mi faceta de poeta y escritora. Por supuesto que seguiré escribiendo sobre celiaquía. Cuando lo necesite, cada vez que lo considere necesario. No olvido que ha sido la dieta sin gluten lo que me ha devuelto la salud. Tampoco he recorrido sola este camino, en él me  he encontrado grandes compañeros de viaje a los que nunca voy a olvidar. Un abrazo enorme a todos los que habéis seguido el blog, a los que todavía, diez años después de escribirla, aún me dejan comentarios en Mi historia. Os deseo lo mejor.

Restaurante Buguelash en Alicante

 Anoche, después de la presentación de mi primera novela La luna en agosto en la librería Mariola de Alcoy, fuimos todos juntos en familia a cenar al restaurante Buguelash de Alicante. Yo no lo conocía pero tengo que reconocer que me gustó muchísimo.

No sabría muy bien como describir el tipo de cocina que hacen pero todo lo que probramos estaba  muy bueno. Además, casi toda la carta, a excepción de dos o tres platos es sin gluten, icluida la de postres. Por si esto no fuera bastante aliciente tenían una amplia variedad de cervezas aptas para celiacos. Además de probar por primera vez la Estrella Galicia, me ofrecieron una belga (dentro de una amplia gama de cervezas gourmets para celiacos) que me encantó.  

Yo tomé la de la franja verde aunque me quedé con ganas de probar alguna más. 

 Por supuesto que también tienen las conocidas Ámbar o Daura para los que prefieren seguir aferrándose a las marcas más clásicas y consolidadas entre nuestro colectivo. Ya, por último, decir que el precio es más que razonable. Desde luego es un sitio que recomendaría a todo el mundo y, por supuesto, tambien a los celiacos tanto locales como foráneos que decidan acercarse por Alicante. Quedá claro que pienso volver más veces, ya que me quedaron muchas platos por probar.