Ayer tuve el inmenso placer de comer en el restaurante César Anca. La verdad es que tenía muchas ganas de ir desde hacía tiempo, y ya lo había intentando con anterioridad, pero había sido imposible hasta la fecha. Pero por fin, ayer fue el día. ¿Qué decir de un restaurante en el que con sólo decir que eres celiaca, ya te puedes olvidar de todas las preocupaciones? Ellos se encargan de todo y son los que se preocupan por ti. Me sirvieron una Estrella Damm junto con un aperitivo sin gluten para ir abriendo boca. Me aconsejaron sobre las entradas que podía tomar (todas ellas deliciosas), me sirvieron un pan recién horneado, que crujía que daba gloria oirlo. Me adaptaron un plato de pescado para que pudiera tomarlo (y no tenerme que conformar con el consabido a la plancha o a la sal con el que normalmente solemos salir del paso los celiacos en aquellos restaurantes que no se toman muchas molestias con nosotros). En cuanto a los postres, había muchos que podía tomar y como iba con otras dos personas (muy consideradas también con mi condición) pedimos un combinado de tres postres y los pude probar todos... Me sentí como en el paraiso.
En cuanto a la relación calidad precio, pues bastante aceptable. Y aunque hubiera sido más caro, lo hubiera pagado con gusto por la tención tan exquisita que recibí.
Celia@s, si pasáis por Alicante no dejéis de visitar este restaurante, os lo recomiendo encarecidamente. Es una pasada como me atendieron de bien. Ojala, otros tomaran buena nota de como se hacen las cosas.
Me traslado a un nuevo blog
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2 comentarios:
Después de lo que nos cuentas, en nustra próxima visita a Alicante, tendremos que estudiar la posibilidad de degustar uno de estos estupendos platos.
Gracias por tu información.
Besotes,
Ana y Víctor.
Sí, la única pega es que el local no es muy grande y hay que hacer reserva con cierta antelación. Por lo demás es muy recomendable.
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